Iba un hombre, caminando por la orilla de un río y rumbo aquél lugar donde los demás decían que podría conseguir riqueza, cuando de momento, oyó una voz que le dijo:
"Levanta unos guijarros, mételos a tu bolsillo y mañana te sentirás triste y contento a la vez".
Aunque extrañado por la voz que le decía que hacer, aquel hombre obedeció. Se inclinó, recogió tan sólo un puñado de guijarros y los metió en su bolsillo.
A la mañana siguiente, mientras retomaba el camino, después de un merecido descanso, recordó el incidente del día anterior y revisando su bolsillo, vió con gran sorpresa, que los guijarros se habían convertido en diamantes, rubíes y esmeraldas.
Y, como bien lo dijo la voz que escucho, se sintió triste y feliz a la vez.
Feliz por haber recogido guijarros, pues ahora eran parte de su riqueza, y triste, por no haber recogido más.
Cuánto más podría haber sido su riqueza? Eso nunca lo podría saber...
Lo mismo ocurre con la educación...
FELIZ DÍA A TOD@S L@S ALUMN@S DE NUESTRA ESCUELA!